sábado, 31 de agosto de 2013

GENTLEMAN O CAVALIERE?
















Hasta los años cuarenta, Inglaterra era quien dictaba las normas de la elegancia masculina. 
La reinterpretación que Italia hizo del estilo clásico inglés provocó el nacimiento de un moderno cavaliere que, desde entonces, ha rivalizado con el formal gentleman inglés. 
Hoy Italia marca tendencia casi unilateralmente, en la moda masculina, aunque la mezcla de la italiana con la británica parece la mejor fórmula para el caballero del siglo XXI.
La acertada actualización que del estilo británico que han hecho los italianos, les ha situado hoy en el centro de la moda masculina clásica, mientras que, tristemente, el estereotipo del gentleman inglés parece haber desaparecido.


Particularidades y diferencias.


Gentleman



"Caballero británico de exquisita elegancia y educación".







 
    
Viste según las normas clásicas correctas, sin variaciones significativas en las últimas décadas, no busca ser admirado individualmente sino como forma de distinción y no corre riesgos innecesarios: la discrección y la elegancia atemporal como ley soberana.




Tiene claro lo que está bien y lo que no. Sigue las tradiciones desde pequeño. Suele ser tan discreto que da la sensación de ser aburrido o uniformado.











La marca de su ropa es secundaria, aunque da por hecho que su traje ha salido de alguna sastrería de Savile Row y sus zapatos de alguna conocida zapatería de Northampton. Y por supuesto, sabe cuando vestir un smokin o un chaqué.




"El traje entra en el gentleman".




Características.



-Tonalidades oscuras: azul o gris oscuro.


-Trajes lisos o de rayas, siempre raya diplomática estrecha de un color no llamativo o "Príncipe de Gales".


-Corte de chaqueta con faldones largos y sueltos sobre las caderas. Normalmente cruzada.

-Pantalón de talle alto. Bajo generoso y sin vuelta, descansando la pernera en el zapato, tapando el calcetín. La pernera ancha, habitualmente mide unos 24 cms.

-Uso del chaleco siempre si el traje es de botonadura simple. 

-Camisa blanca o azul claro y puño doble para gemelos. Nunca asoma los puños de la camisa sobre los de la chaqueta.

-Corbata azul oscura. 

-Zapatos de horma ancha, punta redondeada, de cordones o hebilla y habitualmente negros. La sensación es de ser zapatos "duros".

-Pañuelo: discreto y elegante.

-Uso de tirantes, nunca cinturón.

-Tejidos pesados y gruesos.




Cavaliere



"Dandy italiano que no deja indiferente"




Elegante y seductor nato, viste para gustar tanto a ellas como a ellos, con cierto grado de exhibicionismo. Su ropa, al igual que su coche o los bares de moda que frecuenta, representa para él parte de su status social, lo que le lleva a intentar destacar del resto.
Individualista y atrevido, innova con una llamativa mezcla de colores o complementos revolucionarios.

El cavaliere se viste con un traje que, aparentemente, es una o dos tallas más pequeño. Es decir, la chaqueta es entallada, a veces hasta un extremo tal que hace que salgan unas arrugas en la parte delantera en forma de X y que por atrás, reluzcan las aberturas de los faldones. Las mangas de las chaquetas suelen enseñar parte de la camisa. Normalmente, siempre utiliza chaquetas de botonadura simple sin chaleco debajo, aunque es cada vez más normal ver trajes italianos con doble botonadura. Los pantalones muy estrechos y cortos.



"El cavaliere entra en el traje".


Características.



-Tonalidades arriesgadas según la estación del año para llamar la atención.

-Trajes estrechos y de botonadura simple.

-Zapatos de horma más estilizada, materiales más finos y colores: marrón oscuro o de piel vuelta para el diario. El negro, para ocasiones más formales.

-Pañuelo: pieza protagonista por sus colores vivos, por la forma de exhibirlo o por el porcentaje mostrado.

-Corte de la chaqueta: entallada y corta.

-Uso de cinturón.

-Camisa azul, blanca o de color y habitualmente, de puño sencillo.

-Corbata llamativa, normalmente de seda.

-Pantalones con vuelta, asomando un poco el calcetín. Boca del pantalón estrecho y de diámetro contenido. La pernera de 21 cms. Talle, más bajo que alto.

-Tejidos más finos y poco pesados.







Consejos para combinar estilo propio y elegancia intemporal

Dar consejos sobre cómo vestir es siempre una tarea cuando menos arriesgada pues la elección del estilo propio depende de los gustos, personalidad, educación, estatus social, etc. de cada persona.
A pesar de todo, la correcta mezcla de la elegancia británica y el estilo italiano nos da la fórmula que mejores resultados puede aportarnos para crear un look propio, a camino entre uno y otro.
Debemos tratar de llevar nuestro estilo de forma sutil, con indiferencia y desenfado, no forzado ni artificial.

Con independencia del estilo que tengamos o elijamos, lo que es imperdonable es dejarse llevar por las modas pasajeras y las tendencias extravagantes que desfilan por las pasarelas de moda de medio mundo. Esto, no sólo denota la falta de personalidad de quien a ellas sucumbe sino que garantiza las risas de quien se fije en nuestra foto unos años después de que haya sido tomada. 
Lo importante es, que con el transcurso de los años, sigamos teniendo un estilo e imagen que no "pase de moda", es decir un estilo intemporal, conforme a nuestra personalidad. Encontrar nuestro propio estilo nos dará seguridad en nosotros mismos y evitaremos ir "disfrazados" por el  momento.
Debemos saber quienes somos y vestirnos en consecuencia



Chaqueta. Debemos evitar el uso de  marcas y logos visibles, especialmente cuando se va formalmente vestido. Hemos de expresar nuestra propia identidad, estilo más allá de la marca que utilicemos. Tipos de chaqueta (que no, americana):
-Breasted (dos o tres botones), dejar el botón inferior desabrochado.
-Paddock y/o Cruzadas, todos los botones abrochados.
-Tuxedo o smokin, de un solo botón abrochado.
Están absolutamente descartadas las chaquetas de cuatro botones. No son ni estilosas y elegantes.




Traje. El corte puede ser de dos aberturas, con uno o dos botones, estilizado, Solapas ligeramente redondeadas, mangas de corte jamón, hombros bajos de ancho 14,5, sisa ajustada, pecho con tolerancia de 8 cm y cintura entre 2 o 3 cm, el bajo del pantalón de 21,5 cm. Los trajes negros se deben reservar para las noches y los funerales. Ha llegado la hora de empezar a diferenciarse de la masa uniformada y alternar los trajes azul marino y grises con otros colores menos vistos pero no por ello menos elegantes. Igualmente, es el momento de comenzar a vestir nuevos diseños y dejar los lisos oscuros para las ocasiones más formales. Trajes marrones oscuros de raya diplomática, estampados de cuadros, lisos azul claro o los intemporales Príncipes de Gales darán a nuestro armario la variedad que este reclama.
No podemos llevar los mismos colores ni los mismos tejidos siempre. Porque cada temporada tiene sus particularidades y el clima, la luz, la alegría, etc. del invierno y del verano son diferentes y esa diferencia se debería reflejar también en nuestro atuendo. Si bien parece lógico que en otoño-invierno, el peso máximo sea de 389 gr. y mínimo de 280 gr. y las franelas se apoderen de nuestro armario, para primavera-verano sea de 280 gr. y  150 gr., los trajes de lino,  deberían hacer lo propio en los meses más calurosos. 




    Hoy es tal la uniformidad que impera en los armarios de los caballeros españoles que hasta los clásicos, y hasta no hace mucho populares, ojo de perdiz son difíciles de ver por la calle. Basta con entrar en una gran superficie y observar los trajes que hay expuestos. La inmensa mayoría son azules y grises y los más vendidos son sus versiones lisas. Queremos pensar que es la timidez y no la falta de gusto la responsable de esta triste realidad. Por ello, los caballeros que nos hagan caso no pasarán desapercibidos a ese ojo sensible que aprecia el individualismo y la belleza en cualquiera de sus manifestaciones incluida la que un traje diferente pero estiloso puede llegar a transmitir.



    Por lo común, el traje de hilera cruzada es mucho más estiloso, favorecedor y elegante, que el de hilera sencilla. 
    El traje cruzado, ya sea un su modalidad 6x2 o en la modalidad de chaqueta Kent, posee una belleza y un estilo muy difícil de ser igualar por la chaqueta sencilla, exceptuando a aquellos caballeros de muy reducida estatura . 
    Los tejidos de rayas diplomáticas son un cómplice perfecto para ayudarnos a perder timidez, ganar confianza y darle una oportunidad a este tipo de corte. Además, los trajes de franela marrones diplomáticos en invierno o los azules cielo o claros en verano aportan un estilo imposible de conseguir en su versión de hilera sencilla.
    Si no nos atrevemos a utilizar el cruzado, sí al menos deberíamos probar a incorporar un tres piezas en nuestro armario. El chaleco del tres piezas da un toque especial al traje sencillo y nos permite jugar con un mismo traje dándole dos estilos según lo acompañemos o no de chaleco. 


    Chaleco. Desabrochar el botón inferior del chaleco, a menos que sea cruzado o un chaleco de noche.La versión cruzada del chaleco es la más elegante. Sin embargo, también los chalecos de hilera sencilla son un guiño a la vestimenta más clásica y hoy cobran una gran actualidad aportando un importante grado de estilo al conjunto. 

    Camisa.  La camisa puede ser de algodón “doppio ritorto”, lisa, Oxford o microdiseño como diamante o diagonal, y si se quiere evitar la plancha, un mixto algodón satinado. La tapeta oculta o a vista, el puño, preferiblemente, doble para gemelo y el cuello clásico, francés o italiano, los dos son adecuados, depende del gusto personal. También se puede contrastar el cuello blanco con la camisa celeste para dar un toque de color. Y puede llevar botones en el cuello.


    La mayoría de los hombres se ven mejor si dejan asomar entre uno o dos centímetros el puño de la camisa de las mangas de la chaqueta. Prohibidas las de manga corta.

    Pantalón. Los pantalones de corte completos deberán llegar al zapato. El pantalón con vuelta se puede usar un poco más corto y lo mismo para los pantalones estrechos. Actualmente, son de línea recta con bolsillos horizontales u oblicuos. Combinar un jean con chaqueta da un peculiar toque de comodidad y estilo definido.

    Zapato. El negro es el color más formal y quedará siempre elegante con las tonalidades de los trajes más extendidos. Zapatos negros Derby y Oxford lisos, full brogue semi brogue son el completo de un vestuario correcto y elegante y  no demasiado puntiagudos. 


    Sin embargo, a la hora de vestir por la mañana y tratándose del día a día, los zapatos marrones en tonalidad coñac o chocolate aportan cierta relajación al atuendo de corbata al mismo tiempo que incorporan algo de aire fresco y desenfado




    Podemos seguir optando por las zapaterías de Northampton y húngaras pero hay que reconocer que los zapateros italianos cada día se esmeran más en la calidad de sus zapatos añadiendo ese toque de diseño y finura del que todavía los ingleses no pueden presumir. Y es precisamente en las hormas italianas donde el color marrón alcanza todo su esplendor.








    Corbata. El ancho debe ser entre 6,5 y 8,5 cm . Las corbatas muy estrechas ni son estilosas ni elegantes, como tampoco los son las corbatas corporativas. A menudo se dice que la corbata debe llegar a la cintura de sus pantalones. La corbata no se ve bien cuando se extiende más allá de la cintura. Es aconsejable siempre dejarla un poco más corta. Prohibido su uso en camisas de manga corta.


    A la hora de escogerla sólo un consejo: si es de seda arrúguenla fuertemente y comprueben si su seda emite pequeños “quejidos” sonoros. Si es así, la seda de  tricot es de calidad. Los cambios en la vestimenta clásica masculina son mínimos e imposible de detectar de un año a otro. Sólo estudiando las décadas en su conjunto se puede sacar conclusiones sobre la evolución del vestir en esos diez años. 

    Dicho esto, lo que sí se puede apreciar en la vestimenta masculina es como hay tendencias que vienen y van a lo largo de los años. Esto se puede observar en el tamaño de las solapas, las terminaciones de las mismas, los anchos de las corbatas, los cuellos de las camisas, el largo de la chaqueta, el diámetro de la boca del pantalón, en las chaquetas cruzadas etc. 

    E igualmente se puede notar en ciertas prendas. Y una de ellas son las corbatas conocidas popularmente como tricot. Este tipo de corbatas, muy populares hace treinta años, “volvieron” apenas hace dos para reclamar nuevamente un lugar en el armario de los caballeros más estilosos.
    Aunque muchos de nosotros ya vestíamos estas corbatas antes de que se convirtieran en un complemento de moda más, es cierto que otros las descubrieron recientemente y haya sido por moda o porque han visto la elegancia y el estilo que estas proporcionan no han dudado en darles la bienvenida con los brazos abiertos.
    Lo bueno de la moda masculina clásica es que es la única que nunca es “de otro tiempo” sino que por el contrario siempre permanece actual. Por ello, este tipo de corbata está tan presente antes como ahora y los señores que sean capaces de apreciar su belleza no tendrán inconveniente alguno en vestirla tanto hoy como mañana. 


    Pañuelo. El pañuelo de bolsillo es de todo punto obligatorio cuando se viste de traje o cuando una chaqueta completa nuestro atuendo de sport. 


    Cuando alguien empieza a vestir un pañuelo suele optar por mostrarlo de forma tímida y decantarse por modelos de lo más clásicos. Importante llevarlo tanto con traje formal para dar un toque desenfadado como con chaqueta casual para darle un toque chic.


    Hay que evitar la combinación de un pañuelo de bolsillo y una corbata del mismo dibujo, es decir, mejor si son diferentes. Al utilizar el pañuelo, lo más normal es mostrarlo de forma paralela a la costura del bolsillo, pero en ocasiones, un toque de "desorden" es bienvenido a la par que divertido.


    A pesar de existir infinidad de maneras de mostrarlo, aquellas formas demasiado estudiadas y geométricas, no parecen las más acertadas. Cuando te paras demasiado tiempo a pensar cómo vas a mostrar el pañuelo de bolsillo ocurre, al igual que pasa cuando se hace lo propio sobre cómo combinar las diferentes prendas de atuendo, que el resultado termina siendo demasiado forzado.

    Es recomendable dejarlo caer en el bolsillo de manera natural y en todo caso colocarlo mínimamente y buscar la imperfección de lo perfecto. 

    En cuanto a los colores y las texturas es importante elegir bien según las diferentes prendas y según sea la estación del año.



    Tirantes y Cinturón. 
    El uso del cinturón está más arraigado en nuestra sociedad hoy día. Llevar cinturón es más habitual pero aporta poca personalidad y estética a quien lo lleva. Los tirantes aportan elegancia y son un complemento perfecto para que nuestro conjunto gane estilo con el traje de chaqueta. Las ventajas que proporciona el uso de los tirantes son tan visibles que justifican sobradamente el que nos valgamos de ellos para mantener nuestros pantalones en su sitio. Podemos llevar cinturón o tirantes, pero no ambos.



    Atrás quedaron los años en que los pantalones eran sujetados por pinzas metálicas. Hoy las lazaderas de piel consiguen un mejor efecto estético y además reparten en varios puntos la tensión que se realiza sobre el pantalón evitando el efecto tirón. 
    Igualmente, la oferta de tirantes ha aumentado y ya se pueden encontrar en multitud de colores y diseños. Además, dicha oferta ha hecho que los modelos hayan evolucionado y podamos encontrar variedades de lo más interesantes: por ejemplo, el clásico tirante 2x1 donde además queden las lazaderas visibles pero esto no significa que sean interesantes las propuestas donde estas quedan ocultas tras el tirante. 
    Ni que decir tiene que los tirantes siempre consiguen un mejor efecto en los pantalones donde el largo y la caja de los mismos haya sido cortado pensando en que estos serían vestidos precisamente con tirantes. La parte delantera y trasera de la caja del pantalón de tirantes es asimétrica ya que por norma general la parte trasera suele ser más alta y además cuenta con un corte en el centro para evitar el efecto tirón del que hablábamos. 
    Un pantalón de tirantes siempre queda más elegante prescindiendo de los pasadores del cinturón y contando con dos pletinas laterales o una central en la cintura. 

    Calcetines. La opción del calcetín liso negro sigue siendo la adecuada para vestirse de frac o esmoquin. 
    Sin embargo, para no abusar de este color tan clásico, podemos hacer coincidir nuestros calcetines con el del color del pantalón o sencillamente, crear un contraste que de un tono singular a nuestros tobillos sin pecar de excéntricos. Por ejemplo, se puede jugar con calcetines de colores lisos o con otros que contengan algún motivo como lunares o rayas.
    Hay colores como los granates, los berenjenas o los verdes oscuros que raramente pueden desmejorar debajo de las tonalidades de los trajes azules y grises de los trajes más extendidos. Y si además hacemos que estos nuevos colores se insinúen con los de la camisa, la corbata o incluso el pañuelo de bolsillo el resultado final será de lo más interesante. 



    Sombrero. Si se usa un sombrero, es necesario quitárselo cuando se entre a un recinto, a menos que esté en un aeropuerto o en un lugar similar público. En los lugares de culto, se aplican reglas diferentes durante las ceremonias y ritos.






    Reloj de bolsillo.



    La belleza de un reloj de bolsillo, más si este es de época, no restaurado y en versión hunter, es difícilmente igualable por la de cualquier reloj de muñeca. 
    Sus mecanismos mecánicos y el placer de deleitarse de manera sencilla con la visión de los mismos es incomparable. Si a esto añadimos la delicia que supone sacar ese reloj del bolsillo del chaleco y comprobar la hora estará claro por qué el optar por un reloj de bolsillo ni es elegante ni estiloso; es sencillamente una necesidad para todo amante de las cosas bellas.
    Los trajes de tres piezas, que son un guiño a la elegancia más intemporal junto con el reloj de bolsillo dan un carácter elegante a quienes los utilizan. 


    Abrigo


    Hasta hace no muchos años ningún caballero se podía permitir no contar con un abrigo para las ocasiones más formales. Solo cuando este estaba en su armario se planteaban dar entrada a prendas menos formales o de un uso más de sport.

    Hoy nos encontramos curiosamente justo en la situación contraria. Solo cuando está lleno ese armario de chaquetas de marca y de moda y solo ante un caso de necesidad el caballero español se plantea hacerse con un abrigo de corte clásico. 
    Quizás porque ya no se vista, quizás porque se haya estilizado su corte o porque una nueva paleta de colores haya entrado en escena, lo que parece claro es que si antes eran elegantes ahora son la prenda de la que muchos caballeros se valen para marcar su propio estilo. 











    Bibliografía:

    -"Manual del perfecto caballero". Jose María López-Galiacho.

    -"El Aristócrata". Moda masculina clásica.

    - "Gentleman", Agosto 2013. José María López-Galiacho.


    - "Ottavio Nuccio", Mario Moreno.