domingo, 20 de diciembre de 2015

A QUIÉN VOTAR: ESA ES LA CUESTIÓN

  

Llevo toda la semana dándole vueltas al asunto de moda en este último mes: a quién darle mi voto. A mis cincuenta años, creía tener las cosas más o menos claras, creía saber quién me gusta y quién no. Pero hoy, por primera vez, tengo dudas.

Por un lado, los debates televisivos no me llevan a tomar una posición u otra, más bien me reafirman la decisión de desechar todas. 

Por otro, los "miedos" de las dos Españas tampoco han ejercido nunca influencia sobre mi decisión y debieran desaparecer del panorama político de una vez por todas.

Los votos de castigo o en blanco siempre me han parecido ridículos e inútiles pues requerirían un consenso y una cierta intención generalizada, aunque es cierto que una cierta cantidad de votos en blanco implica que los concurrentes necesitan más votos para conseguir escaños.

Y la abstención, es decir, no ir a votar, ni tiene sentido ni afecta apenas a los resultados.

Por otro lado, estoy convencido de que asistimos al fin del bipartidismo. Creo, honestamente que no sólo es bueno para España sino algo necesario. Muchos estamos hartos de él, de vernos manipulados y abocados al odioso  "voto útil", tanto de un lado como del otro. Ello ha generado que el porcentaje de indecisos que reconoce el CIS (3 de diciembre) sea del 41,6%, cifra que, sin duda, puede voltear el signo de la consulta.

Incluido en ese porcentaje, he tratado de meditar, reflexionar en conciencia y hasta de rellenar un par de test de afinidad. El corazón me lleva en una dirección pero...¿Debo votar con la cabeza o con el corazón? ¿ ¿A quién votar o por qué no hacerlo? La pregunta transforma el 20-D en un escenario imprevisible, con una presupuesta alta participación y la incorporación al censo de 1,5 millones de nuevos electores.  




¿Por qué ? 

Por la recuperación económica, el incremento del empleo y la estabilidad política que supondría la re-confirmación de Mariano Rajoy en la Moncloa. 

La resurrección de la macro-economía. El PP heredó un país en situación crítica —desempleo, prima de riesgo, déficit, rescate al acecho— y lo devuelve aseado, razón por la cual justificaría una prórroga de cuatro años en una inercia de crecimiento.

¿Por qué NO

Las estadísticas conviven con una fractura social. Salirse, se ha salido de la crisis, la cuestión es cómo, quiénes y cuánto, sin olvidar que el presidente del Gobierno ha protagonizado un liderazgo de rodillo y de crispación. 

Ha gestionado con negligencia y pasividad la crisis catalana y ha sido implacable con los recortes. No sólo en Sanidad. La política en Educación y en Cultura con la subida del IVA del 8 al 21% junto al alza de IRPF y otros impuestos. Y, fundamentalmente por la sombra de la corrupción.

Quizás...pero con muchas dudas.














¿Por qué 

Pedro Sánchez representa un relevo generacional en un partido histórico con las credenciales de un político honesto, elegido plebiscitariamente en unas primarias y abnegado en demostrar que el PSOE es la única alternativa real al recambio del PP. 

Es la razón por la que apela al voto útil, insistiendo en un programa que antepone la sensibilidad social y la defensa de lo público.

¿Por qué NO?

No veo a Pedro Sánchez con altura de estadista para un tiempo de crisis institucional, política, económica, social y de emergencias terroristas. El líder socialista no ha logrado suficiente cohesión en su propio partido ni ha podido contener el surgimiento de una fuerza política de izquierdas, Podemos, cuya expectativa de voto amenaza con situar al PSOE en la peor posición de su historia. 

No me convence, más por los errores del pasado socialista que por sus propuestas.














¿Por qué ? 

Albert Rivera es el candidato robot ideal. Joven, pulcro, barcelonés y españolista, artífice de un partido a su imagen y semejanza que representa el cambio tranquilo, custodia la Constitución y emula la astucia de Suárez en los tiempos de la “primera” transición. 

Se trata un político más experto de lo que demuestra su edad, honesto y "con ganas" de cambiar las cosas, mimado por los medios y, según el tópico, bendecido por el Ibex. 

¿Por qué NO?

La ambigüedad de la bisagra es la gran duda de Ciudadanos en un partido que está especulando con sus apoyos en los gobiernos de Madrid (PP) y Andalucía (PSOE). 

Demasiado progre para los conservadores, demasiado conservador para los progres, Rivera ha encontrado en el centro su sitio y sus dudas. Se le percibe como un liberal encubierto y se resiente su imagen de las posiciones en las políticas de género y de inmigración.

No...por falta de experiencia, pero quizás, merecedor de una oportunidad.













¿Por qué ? 

La formación de Pablo Iglesias ha tenido un efecto catártico. Ha puesto en jaque el sistema con sus exigencias éticas, políticas y de transparencia. Ha sido un revulsivo en la izquierda y ha dotado de cuerpo y de programa el movimiento del 15-M. Las mareas han favorecido la inercia y han conquistado las plazas de Madrid y Barcelona, prefigurando una experiencia de gobierno con ambiciones nacionales.

¿Por qué NO?

Pablo Iglesias es el líder de un partido mutante. Tanto, que la ambición electoral ha rectificado la adhesión al chavismo, el anti-capitalismo y el anti-atlantismo, dando forma así a un partido socialdemócrata que mudó conceptualmente de Suecia a Grecia cuando Tsipras fue llamado al orden por Angela Merkel. El problema de Podemos es el salto de la oportunidad al oportunismo, de la popularidad al populismo

Definitivamente no, porque no genera confianza.

¿Por qué ?  

Alberto Garzón tiene la virtud de la coherencia. Por eso rechazó la invitación de Podemos y erigirse en el rostro joven de un partido viejo reivindicando una ideología pacifistaanti-capitalista y euro-escéptica que otorga al Estado super-poderes y que eleva los impuestos a las clases pudientes en la doctrina de la redistribución de la riqueza. Quien vota a Garzón sabe por qué lo hace.

¿Por qué NO?

IU es una formación en situación agónica y fagocitada por Podemos que va a perder el rango de grupo parlamentario —el CIS le estima un 3,6% de voto— y que plantea un programa voluntarista y anacrónico.

No, por falta de representatividad real.


Fuentes: 






viernes, 11 de diciembre de 2015

EL TRAJE MASCULINO: CHAQUETA, CHALECO Y PANTALÓN





La palabra traje o suit deriva de la francesa suite, que significa "siguiente", de alguna forma derivado latín tardío de la sequor verbo latino = "sigo", debido a que las prendas de componentes (chaqueta y pantalón y chaleco) siguen una homogeneidad entre sí: el mismo tejido, color y se utilizan ​​juntos.

El traje de salón lounge suit (también conocido como traje de negocios o business suit por su sobriedad en color y estilo), tal y como hoy lo conocemos, surgió en Gran Bretaña durante la revolución industrial en el siglo XIX, y cambió radicalmente el concepto de ropa formal, que pasó de ser extremadamente elaborada a una más simple en la búsqueda de mayor confort, todo ello junto a una mayor permisividad en las normas del vestir
Las variaciones en el diseño, en el corte y en el tejido (dos y tres piezas, doble botonadura o sencilla) determinan la idoneidad social y la utilidad de la prenda. 

Los trajes son usados con una camisa de cuello y corbata y hasta el siglo pasado, también un sombrero. 


Fabricación 

Desde la Revolución Industrial, la mayoría de los trajes son producidos en cadena, y, como tal, se venden como productos listos para usar. En la actualidad, los trajes se fabrican de tres maneras: 

  • a medida o bespoke, en la que la prenda está hecha a medida por un sastre de un patrón creado por completo a partir de mediciones al cliente, dando el mejor ajuste y la libre elección de la tela.
  • hecho a medida o made to measure, en el que un patrón pre-establecido se modifica para adaptarse al cliente, quien elige modelo, tejido y complementos.
  • prêt-à-porter o off-the-rack, que se vende terminado y sin modificaciones.

Corte 

Hay muchas variaciones posibles en la elección del estilo, las prendas y los detalles de un traje. Los dos cortes principales provienen de dos escuelas de sastrería:
  • Británica.  Diseño conservador, ancho y holgado, de tiro alto.
  • Italiana. Diseño innovador, entallado y ajustado, de tiro bajo.

Tejido 

Los trajes se fabrican en muchas variedades de tejidos, pero los más comunes son de lana.

Los dos hilos principales (trama y urdimbre) pueden ser tejidos de diferentes formas produciendo distintas variedades: franelas, tweeds, gabardinas, y lanas frescas, entre otros.

Textura. Determinada por el número de S (o Super S) que describe la finura de las fibras (diámetro de las fibras) , por ejemplo, el Super 120, es el más fino y el más delicado.

A pesar de que la lana se ha asociado tradicionalmente con ropa de abrigo, los avances en la fabricación de fibras más finas han favorecido la creación de trajes de lana para un climas más cálidos y se han convertido, en consecuencia, en trajes más ligeroas y más flexibles.

Gramaje. Los tejidos de lana también vienen determinados por el gramaje, es decir, por su peso por metro cuadrado (ej.: 450gr/m2).

Colores 

Los principales cuatro colores para los trajes usados ​​en los negocios son de color negro, gris claro, gris oscuro y azul marino.

Aunque se han ido ampliando a: marrón y oliva; y en verano, tonos más claros, como canela o crema.

Dibujos 

El traje puede fabricarse en dibujo liso, que es el más común o con dibujos más o menos marcados: rayas (pinstripe), cuadros (windowpane, tartan, principe de gales, etc.).

El traje más convencional es un 2 o 3 botones, desde el gris medio a gris oscuro o azul marino. Otros colores conservadores son el negro, y verde oliva. El negro queda reservado para los eventos nocturnos (cocktails) o más formales (bodas y funerales).

La tradición exige que el traje de un caballero sea de un color decididamente mate, con toques de color brillante reservados para las camisas, las corbatas o pañuelos.


Abotonadura 

Los trajes de botonadura doble (double breasted) casi siempre se mantienen abotonados. Cuando hay más de un botón para fijar (como en una disposición tradicional de seis-en-dos), sólo la parte superior tiene que ser abrochada.

El botonadura de la chaqueta está determinada principalmente por la posición de botón, según la relación de la altura de los botones y la cintura natural. 

Los trajes de botonadura sencilla (single breasted) pueden llevarse abrochados o desabrochados, dependiendo del número de botones y del "botón activo":

  • En trajes de un botón, normalmente los de mayor formalidad, se debe siempre llevar abrochado cuando se permanece de pie y sólo puede desabrocharse cuando estemos sentados.
  • En trajes de dos botones. Tradicionalmenteel botón inferior se deja desabrochado  puesto que el botón activo es el superior.
  • En trajes de tres botones, se abrocha el del medio, que es el activo y en ocasiones, el de arriba. Nunca el inferior.
  • En trajes de cuatro botones, que no son habituales ni estéticos, no existen pautas de abotonado, aunque la norma es que un traje con más de tres botones (que normalmente suele ser un uniforme) todos deben abotonarse. 

LA CHAQUETA

Lo primero que quiero decir es que debemos denominar "chaqueta" a la chaqueta y evitar el término, tan manido como incorrecto, de "americana".

Una vez definida, existen dos tipos de chaquetas en base a cómo abotonan: sencillas o de una fila y cruzadas.

La mayoría de las chaquetas sencillas o single breasted tienen dos o tres botones, o sólo uno en el caso del esmoquin. Existe también variación en el abotonado que viene marcado por el "botón activo".


La chaquetas cruzadas o double breasted  tienen la mitad de sus botones exteriores sin ninguna funcionalidad (salvo la estética), lo que obliga a su disposición de dos en dos. Lo normal es que consten de seis botones, de los cuales se abrochan sólo cuatro (el último par no se abrocha, flota por encima de la superposición).

  • Solapas
Las chaquetas vienen también determinadas por la forma de sus solapas: solapa "uve" o notch lapel (1), solapa pico o peak lapel (2) y solapa chal o chawl lapel (3).


  

La capacidad de cortar correctamente las solapas de pico en un traje de botonadura sencilla es una de las tareas más difíciles de la sastrería, incluso para los sastres muy experimentados.

El ancho de la solapa es un aspecto que varía con los trajes, y ha cambiado con los años, de más anchas a más estrechas. El ancho de la corbata viene determinado por el ancho de las solapas: debe ser de proporciones semejantes.

Las solapas también tienen un ojal, cuya intención es la colocación de una flor decorativa. Por lo general, los trajes cruzados tienen un ojal en cada solapa, mientras que los trajes de una fila tienen sólo uno a la izquierda.
  • Bolsillos 
La mayoría de los chaquetas tienen tres bolsillos interiores y tres ó cuatro exteriores:

  • uno superior o pocket square, siempre en el lado izquierdo cuya utilidad es colocar el pañuelo.
  • dos laterales inferiores, que pueden ser de parche, con tapeta o con vivos.
  • uno inferior más pequeño, añadido encima de uno de los inferiores: es el llamado cerillera o ticket pocket.
           -Superior

El bolsillo del pañuelo o pocket square tiene la exclusiva utilidad de alojar el pañuelo.

          -Inferiores

El bolsillo de parche consta de una sola pieza extra de tela cosidas directamente sobre la frente de la chaqueta; una opción deportiva, a veces se ve en trajes de lino de verano, u otros estilos informales.

El bolsillo con tapeta es estándar para bolsillos laterales, y tiene una solapa adicional forrada de tela a juego que cubre la parte superior de la bolsa.

El bolsillo con vivos es más formal, con una pequeña tira o vivo de tela en la parte superior e inferior de la ranura para el bolsillo. Este estilo se ve más a menudo en las dinner jackets.

El bolsillo cerillera o ticket pocket normalmente se encuentra justo por encima del bolsillo derecho y aproximadamente la mitad de ancho. Originalmente, se trataba de una característica exclusiva de trajes de campo para almacenar convenientemente un billete de tren. 
  • Mangas
Las mangas de un traje, cosidas a los hombros de la chaqueta (mangas pegadas), tienen tres o cuatro botones en cada puño, que suelen ser puramente decorativo . 
A pesar de que los botones de la manga por lo general no se pueden abrochar, la costura en el ojal invita a pensar que se pueda.
  • Aberturas
La abertura es una hendidura en la parte inferior trasera (la "cola") de la chaqueta. Originalmente, estos respiraderos eran una opción deportiva, diseñada para hacer más fácil montar a caballo.

Hoy en día, distinguimos tres estilos de aberturas:

  • una sola abertura central, propia en los trajes de novio.
  • sin aberturas, propia del esmoquin.
  • dos aberturas a cada lado. 
Las existencia de las aberturas tiene tres sentidos prácticos: para acomodarse mejor al sentarse, para usar los bolsillos del pantalón y para mejorar la caída de la chaqueta. Las chaquetas sin aberturas se asocian con la sastrería italiana, mientras que las de doble abertura provienen de las sastrerías británicas.

EL CHALECO

Los chalecos fueron muy utilizados ​​con trajes hasta la década de los 40. El uso de chaleco con chaquetas cruzadas es del todo ridículo e inapropiado, puesto que su razón de ser cruzadas es con el objeto de eliminar el chaleco.

Al igual que las chaquetas, los tipos de chalecos se diferencian según su botonadura: rectos o cruzados.

Tradicionalmente, el botón inferior de un chaleco recto siempre se deja desabrochado ya que facilita la curva del cuerpo, cuando se está sentado. Algunos chalecos pueden tener solapas.

EL PANTALÓN

Los pantalones de un traje siempre se confeccionan del mismo tejido que la chaqueta. Debemos examinar las diferentes concepciones de un pantalón:
  • Ancho
Ha sufrido variaciones considerables a lo largo de las décadas:

En la década de 1920, los pantalones rectos de cadera a bajo y tenían un ancho estándar de 23 pulgadas.
Después de 1935, los pantalones comenzaron a ser cónicos en la mitad inferior de la pierna. En los años 1950 y 1960, adoptaron un aspecto más delgado.
En la década de 1970, los pantalones ofrecen una variedad de estilo acampanado,  y perneras anchas.
En la década de 1980 estos estilos desaparecieron en favor de los pantalones ajustados (slim-legged).
  • Pinzas
 El estilo más clásico de pantalón tiene dos pliegues aunque actualmente están cayendo en desuso.
  • Vuelta y Bajo
Las vueltas en el bajo o Turn-ups se popularizaron en la década de 1890 por Edward VII. y volvieron a popularizarse en los trajes a lo largo de los años 1920 y 1930. Después cayeron en desuso tras la Segunda Guerra Mundial,  a pesar de que su propósito era el de añadir peso para enderezar la caída de los pantalones. No obstante, siempre han sido una opción informal, siendo inadecuado en todos los trajes que requieren de una cierta formalidad.
  • Tiro
El tiro alto de pantalón fue muy utilizado en la primera mitad del siglo 20, especialmente con trajes formales, inclusos por encima de la cintura natural, para permitir que el chaleco que cubre la cintura descendiera justo por debajo de las caderas.

En la segunda mitad del siglo XX la moda cambió, y rara vez se ha vuelto a ver tan alto el tiro de nuevo, incluso han descendido al nivel de las caderas.
  • Longitud
Otros de los aspectos diferenciadores del corte de un pantalón es la longitud, que determina el descanso, es decir, el agrupamiento de la tela justo por encima del zapato.

En la tradicional sastrería británica, la costura frontal apoya en el empeine del calzado, y la trasera, en el principio del tacón.

En la italiana, se opta por pantalones más corto, con poco o ningún descanso.
  • Trabillas
Otra variante son los pantalones con o sin trabillas, para vestir con cinturón o con tirantes. El cinturón inicialmente no se utilizaba con un traje; su obligado uso durante los años de guerra fue debido ​​a las restricciones de uso dle elástico, causada por la escasez). Esto contribuyó a su ascenso en popularidad y uso, en detrimento de los tirantes, ahora mucho menos populares que los cinturones.

Cuando se utilizaban los tirantes, se cosían los botones el exterior de la cintura para fijar los tirantes,  ya que se cubrían con un chaleco o con una chaqueta de punto, aunque ahora es más frecuente coser los botones en el interior del pantalón.

La defensa del uso de tirantes tiene su justificación en el hecho de que, al colgar sobre los hombros, siempre mantienen el pantalón a la altura correcta de las caderas y permiten mayor comodidad al sentarse, mientras que el uso del cinturón requiere un constante re-posicionamiento del mismo en la cintura.